Jugar con la luz de la Provenza Centro cultural LUMA, Arlés (FR)

Arlés, la capital de la región de la Camarga en el sur de Francia, tiene una nueva atracción: sobre la ciudad con su anfiteatro romano, una torre de Frank Gehry brilla a la luz del sol. Es el punto de referencia del centro cultural LUMA, de 11 hectáreas.

En 2010, la Fundación LUMA, creada por la mecenas del arte suiza Maja Hoffmann, adquirió un terreno industrial baldío cerca del centro de Arlés. Once años después, se inaugura en este sitio el centro cultural LUMA Arlés. Consta de un amplio parque con estudios y alojamientos para artistas, una sala para grandes eventos, un centro de formación, laboratorios y cafés, lo que proporciona una infraestructura completa para eventos culturales y exposiciones de todo tipo. En la parte noreste del parque, visible desde lejos, se encuentra la torre del arquitecto canadiense asentado en los EE. UU. Frank Gehry.

Como ocurre con muchos edificios diseñados por Gehry, es casi imposible comprender la estructura y la disposición interna de este edificio a primera vista. Una torre de 56 metros de altura se eleva desde una estructura de vidrio de tres pisos en forma de tambor y se estrecha erráticamente hacia la parte superior. En sus 10 pisos, esta torre contiene varios espacios para exposiciones y eventos, una cafetería y las oficinas y archivos de la administración de LUMA.

La fachada de la torre consta de 53 cajas con ventanas espejadas y casi 11.000 paneles de aluminio con revestimiento especial. A distancia, parecen una armadura de escamas luminosas. Según la hora del día, reflejan la luz de manera muy diferente. Así, Frank Gehry crea un espectáculo verdaderamente único jugando con la famosa luz de la Provenza.

Dentro de la torre inundada de luz, la vista también puede deleitarse con una gran cantidad de materiales cuidadosamente seleccionados y perspectivas especiales. Una imponente escalera de múltiples vueltas conecta los pisos del tambor de vidrio. Quien se atreva, puede usar un tobogán para bajar. La cuidada estética también fue una prioridad en las instalaciones y sistemas de construcción. Los aproximadamente 80 inodoros del centro cultural se descargan con las cisternas empotradas Geberit. Para la activación de la descarga del agua, se utilizaron los atractivos pulsadores de acero cromado cepillado Sigma50 así como los elegantes Sigma80 sin contacto.